Oposición Geografía e Historia.- Prácticas de Arte.-
Teoría: Arte Bizantino.
CONTEXTO
HISTORICO.-
Constantinopla fue fundada por
el emperador romano Constantino en el siglo IV. A la muerte de Teodosio (395)
dividió el Imperio y dejó a su hijo Arcadio el Imperio Romano de Oriente.
Tras la desaparición del
Imperio de Occidente, el emperador del Imperio Romano de Oriente, Justiniano
(S. VI) trató de recuperar estos territorios (Rávena). No consiguió
unificarlos. Tal vez fue el momento de mayor prestigio del Imperio Bizantino.
Justiniano vivió del 483 al
565. Se apoyó para su gobierno en grandes militares como Belisario y Narsés que
le dieron el poder militar. Se casó con Teodora, habilísima mujer que influyó
mucho en la política de Bizancio.
El Imperio de Oriente irá
paulatinamente abandonando lo romano y a sufrir más la influencia griega
(idioma, cisma religioso...). En el siglo XI, la Iglesia bizantina se separó de
la autoridad del Papado de Roma (Cisma) y apareció la Iglesia Ortodoxa.
Durante todos estos siglos
hasta 1453 sufrirá el acoso del poderío musulmán que acabará con el Imperio
Bizantino en ese año, con la toma de Constantinopla. Durante todo este período,
la monarquía bizantina tendrá características cada vez más autárquicas (origen
divino), pomposidad, boato y fuerte poder centralizado. Es lo que se ha dado en
llamar cesaropapismo.
ARQUITECTURA
BIZANTINA.
Durante este largo período de
mil años (del siglo V hasta el siglo XV) se dieron diversos periodos
arquitectónicos. A nosotros nos interesa el que se realizó en la época de
Justiniano (s. VI) que es el denominado:
Primera Edad
de Oro
(s. V-VII): cuyos edificios más representativos son: Santa Sofía y San Vital de
Ravena.
CARACTERISTICAS
DE LA ARQUITECTURA DE LA PRIMERA EDAD DE ORO.
La arquitectura bizantina
recibió aportes de la actividad arquitectónica paleocristiana en Oriente:
planta de cruz griega y uso de la cúpula.
Utilización de materiales
bastante pobres: ladrillos, pero revestidos de ricos mármoles y suntuosos
mosaicos.
El soporte fundamental fue la
columna clásica: capitel compuesto y tallado al trépano y, sobre todo, el
capitel-cimacio que es un capitel bizantino (troncopiramidal invertido) tallado
a bisel o al trépano sobre el que se coloca un cimacio o pieza troncopiramidal
decorado con diversos motivos.
Uso del arco de medio punto y,
a veces, peraltado.
Fueron maestros consumados en
la utilización generalizada de las cúpulas (influencia paleocristianas sirias),
apoyadas sobre pechinas. No hay tambor. Estas cúpulas están hechas con
ladrillos. La cúpula tenía una gran carga simbólica. Representaba el enorme
poder político de los emperadores (cesaropapismo) y, sobre todo, como imagen
del cosmos sobre el que impera Dios.
Utilización tanto de la planta
basilical como la de cruz griega y poligonal. Tienen un amplio nártex.
Uso del iconostasio y salas o
sacristías (prótesis y diakonikon).
SANTA SOFIA: (Hagia Sofía=Divina
Sabiduría). Está en Constantinopla. Tiene planta de cruz griega inscrita en un
rectángulo, cubierto por una gigantesca cúpula (32 m. de diámetro y 55 de
altura), cuyos empujes son contrarrestados por dos pares de estribos y dos medias
cúpulas que constituyen sendas exedras laterales.
Tiene una galería (matroneum)
en los triforios, cubierta de mármoles y mosaicos de gran suntuosidad.
Se trata de un edificio único
y original de carácter religioso, que combina atrevidamente el modelo profano
romano de tendencia a la planta central, con el basilical paleocristiano y se
convierte en el logro arquitectónico más espléndido, no sólo de la etapa de
Justiniano, sino de toda la arquitectura bizantina.
Se construyó entre el 532 y
537. Sus artífices, Isidoro de Mileto y Artemio de Tralles, no fueron simples
maestros de construcción, sino hombres de sólida formación científica, capaces,
por tanto, de grandes hallazgos técnicos y artísticos. Se trata de una obra
excepcional por sus dimensiones y lujo; era la iglesia palatina de los
emperadores, incluso estaba unida, por pórticos columnados, con el palacio
Imperial.
Exteriormente se consiguió un
edificio imponente, sobre todo visto desde el Este, elevándose sobre el Mar de
Mármara, pues la línea de las cubiertas origina suaves perfiles ondulados que
ascienden hasta la cúpula que parece reposar libre sobre el bloque central. En
general, sin embargo, el aspecto es excesivamente macizo. Los arquitectos
centraron, sin embargo, su mayor interés en el interior, donde se patentiza la
función político-religiosa del mismo, reflejo, a su vez, de las tendencias
cesaropapistas que funden el "imperium" y "sacerdocium".
Hay una interpretación
simbólica de la composición arquitectónica, acorde con estos principios religioso-políticos,
que justifica la importancia concedida al espacio central. La cúpula es, una
representación del cielo en que mora el Señor, y por tanto, el punto del que
dimanan luz y color. El efecto de ambos se vería, en su tiempo, realzado por
elementos hoy desaparecidos, como revestimientos de plata (en el syntronum y
columnata de cerramiento del presbiterio), lámparas de oro que pendían de
intercolumnios y dinteles, paneles de cristal coloreado en las ventanas, para
matizar la luz y sobre todo, el rico revestimiento de mosaico que cubría todas
las superficies. Luz y color símbolos del mundo invisible y de la divinidad, se
derramaban tan solo sobre el clero, el Patriarca y el emperador, a quienes se
reservaba el espacio de la nave central, que visualizaba su unión. El pueblo,
relegado a las naves laterales y a las tribunas, permanecía en la sombra
mirando de lejos estas manifestaciones de gloria divina.
Como iglesia imperial siguió
la suerte de las diversas dinastías y sufrió varias reformas en los siglos X y
XIV, sin alteraciones substanciales.
Tras la conquista otomana fue
convertida en mezquita. Se añadieron cuatro esbeltos minaretes aciculares y
algunos mausoleos en el exterior, mientras que interiormente se ocultaron, bajo
revoco, los mosaicos figurativos y se colgaron cuatro grandes escudos, con
versículos coránicos, en los pilares que flanquean el ábside y la entrada. Nada
pudo destruir su belleza y fue precisamente esta escuela de arquitectura
islámica donde su influencia artística fue mayor: la huella de Santa Sofía se
prolongó en las obras de los autores de las grandes mezquitas de Estambul, como
la gran Mezquita Azul.
Fuera de Constantinopla, el
foco artístico más importante de este período está en Ravena (norte de Italia). Las más sobresalientes manifestaciones
son San Vital (S. VI), San Apolinar In Classe y San Apolinar Nuevo.
San Vital planta octogonal con una
prolongación semicircular en la cabecera. Una gran cúpula central que se apoya
en ocho capillas semicirculares y sobre un tambor. A su alrededor se desarrolla
un amplio deambulatorio con bóvedas de arista sobre las que se apoya una
tribuna. En el exterior de
los muros se aprecian los contrafuertes Tiene nárthex descentrado.
MOSAICO.-
La técnica del mosaico
consiste en el acople de diferentes pequeñas piezas de mármoles o piedras de
distintos colores (teselas) que unidas con hormigón forman una escena. Ya los
mesopotámicos lo utilizaron, continuó con los griegos, se llegó a una gran
perfección y utilización con los romanos y con el arte paleocristiano; pero
tuvo su momento culminante en su desarrollo técnico con los bizantinos.
A diferencia del mosaico
romano que fundamentalmente va en los pavimentos (aunque también lo encontramos
en las paredes), el mosaico bizantino recubre los muros y bóvedas con mosaicos de gran colorido
y exquisita finura. Representan las figuras con un carácter rígido de
inmaterialidad y con una disposición simétrica con gran isocefalia, igual
situación de los pies...Su gran luminosidad pretende ser reflejo de lo
sobrenatural. Hay claro lenguaje propio en sus posturas, rigidez, colores,
ritmos repetitivos...
Sobresalen los mosaicos de San Apolinar ilNuovo (Ravena
- S. V) que se representan en tres niveles a lo largo de la nave central. Los
superiores son representaciones de 26 milagros de Cristo. A continuación entre
las ventanas, los profetas, y, encima de las columnas, las procesiones de
mártires y vírgenes.
La procesión de
las vírgenes
tiene unos bellos reflejos dorados, rica decoración de las hieráticas y rítmicas
vírgenes en unas actitudes repetitivas con un fondo (ligera perspectiva) de
palmeras que recuerdan los arcos de separación de los sarcófagos romanos. Esas
repeticiones vienen dadas de la alternancia de las posturas de las manos,
colores de las flores y de las diademas...Hay una gran riqueza y originalidad
en los estampados, en las joyas, en las vestimentas de las vírgenes y de los
magos...
En San Apolinar in Classe (Rabean - S. VI) en el ábside y en el
arco triunfal aparece el santo obispo rodeado de ovejas. El santo, con enorme
majestad, está en actitud orante flanqueado por una hilera de ovejas con un
paisaje de rocas y árboles presidido todo por una gran cruz en fondo azul con
gran riqueza de colorido en la pedrería, estrellas....
Obra maestra son los mosaicos
que adornan el presbiterio de San
Vital de Ravena (s. VI). Se concentran en torno al ábside, indicando
que se trata del espacio más importante de la iglesia. En la bóveda de horno
preside las escenas una imagen
de Cristo joven e imberbe flotando sobre el mundo
junto a San Vital y el Obispo Eclesio
Todo el fasto de la corte se
exhibe en el Sequito de Justiniano con
el obispo Maximiano y Teodora: sus
figuras son firmes, hieráticas, imponentes y parecen trascender los límites de
una mortal y común humanidad. Así las figuras son planas y carentes de
movimiento. Están realizadas
con economía de trazos, gruesos y esquemáticos. Hay una gran despreocupación
por la anatomía, los rostros son muy expresivos aunque la mayor parte de ellos
son convencionales excepto los de los principales personajes que se pueden
considerar auténticos retratos.
Es sobresaliente el trabajo de
matización de los trajes, vestiduras, la riqueza de las joyas, el hieratismo de
todos los personajes sobresaliendo las actitudes de los emperadores oferentes.
La combinación de colores en los que sobresalen los azules lapislázuli,
dorados, ocres, rojos, amarillentos es realmente de una riqueza auténticamente
imperial-religiosa. Por eso decimos que transcienden los límites de lo mortal
para acercarse hacia lo divino. Su misma localización junto al altar entra
dentro de la política cesaropapista bizantina. Es una de las cumbres mundiales
del mosaico y un hito máximo de todo el Arte Universal.
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