La Basílica
de Algezares representa uno de los testimonios del período de transición entre
el declinar del mundo romano y la plena ocupación islámica.
Las ruinas
de esta basílica se encuentran en la vertiente norocidental de la Sierra de
Carrascoy, a unos 500 metros hacia al Este de la moderna población de Algezares.
La basílica
está orientada en dirección sureste-noroeste y se compone de tres naves
separadas por arcos y columnas, siendo la central más grande y terminando en un
ábside semicircular.
El
historiador Gómez Moreno, propone relacionar los restos de Algezares con la
ciudad episcopal visigótica de ¿Eio¿ o ¿Ello¿ que, según fuentes arábigas, fue
una de las siete ciudades que en el año 713 se acogieron al Pacto de Teodomiro.
Estas afirmaciones se han visto reforzadas con el descubrimiento en los últimos
años de un edificio monumental en la misma zona, datado entre los siglos IV y V
d.C.
El
investigador Robert Pocklington reafirma la teoría de Ello y apunta que su
población debió ser trasladada a Murcia tras su fundación en el siglo IX.
Muy próximo
al complejo paleocristiano de Algezares se encuentra el Castillo de los Garres.
Parece que se trataba de un núcleo defensivo de las comunidades asentadas en su
entorno próximo, ante la inseguridad que reportaban los enfrentamientos entre
bizantinos y visigodos por el dominio del sureste peninsular.
El conjunto
arqueológico que conforman la Basílica y el Castillo, experimentó su máximo
esplendor entre los siglos V y VII, reflejando la transición del dominio
bizantino al visigodo, al compás que la frontera iba modificándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario