Para quienes me preguntan ¿para qué aprender?

"En la ignorancia del pueblo está el dominio de los príncipes; el estudio que los advierte, los amotina. Vasallos doctos, más conspiran que obedecen, más examinan al señor que le respetan; en entendiéndole, osan despreciarle; en sabiendo qué es libertad, la desean; saben juzgar si merece reinar el que reina: y aquí empiezan a reinar sobre su príncipe. [...] Pueblo idiota es la seguridad del tirano". F. Quevedo

domingo, 26 de diciembre de 2021

Oposición Geografía e Historia. Anexo Arte Prehistórico. . Tema 22: Proceso de hominización y cultura material. La aportación de la antropología histórica.

 Oposición Geografía e Historia. Anexo Arte Prehistórico (Arte rupestre y chamanismo). Tema 22: Proceso de hominización y cultura material. La aportación de la antropología histórica.

Arte rupestre y chamanismo

Si partimos de la obra de J.L Sanchidrián (Manual de arte prehistórico. 6ª Edición. Barcelona: Editorial Planeta S.A., 2012) podríamos señalar que el debate sobre la existencia del chamanismo en el arte rupestre del Pleistoceno sigue abierto, y cualquier interpretación es plausible.

Incluso hoy día, en situaciones hostiles y peligrosas, el ser humano, a veces, tiende a buscar explicaciones más allá de la lógica o a buscar amparo en seres o entes mágicos. Desde siempre, las prácticas chamanísticas se han dado en numerosos lugares de la Tierra. Normalmente el chaman aparece como nexo entre el mundo terrenal y el mundo espiritual, y de este modo llega a ser “poseído” por el ente mágico y actúa bajo su voluntad haciendo las veces de intermediario entre ambos mundos.

A modo de ejemplo, en esta imagen vemos una representación de un chamán siberiano a principios del siglo XVIII, cuando ya se han explorado grandes zonas en las que se conoce la existencia de chamanes, rituales mágicos y religiones diferentes. Al lado encontramos un antropomorfo de la cueva de Les Trois Frères, en la que aparece un posible ser humano masculino con rabo de animal, cabeza de animal y astas.

Para muchos investigadores y estudiosos de la Prehistoria podría considerarse la existencia de esta pintura rupestre, y muchas otras, como la explicación de la existencia de una religión o prácticas chamanísticas. Sin embargo, nos consta que durante el Pleistoceno no contamos con sujetos masculinos propiamente dichos, sino que aparecen casi siempre bestializados o difusos, como en el caso de Les Trois Frères, por lo que podríamos poner en tela de juicio la existencia de chamanes durante esta época, ya que no todos los hombres representados tendrían que ser precisamente chamanes. Pero esto nos llevaría también a otro problema ¿y si los artistas del Pleistoceno representaban únicamente a los hombres chamanes? ya que una de las interpretaciones, aceptada por investigadores, sobre el arte paleolítico gira en torno a la magia de caza y fecundidad, otorgándoles una interpretación mística. Por lo que el debate sobre la existencia de chamanes durante el Pleistoceno quedaría abierto, resultando arriesgado decidirse por una opción u otra con los datos que disponemos ya que es evidente la existencia de chamanes en determinadas regiones y culturas a lo largo de la Historia.

Otro ejemplo es esta segunda en la que encontramos las plantas de las cuevas de Enlène-Trois Frères y Chauvet, ambas en el sur de Francia. Como vemos en la imagen, la cueva de Enlène-Trois Frères es bastante sinuosa y en ella se encuentran extrañas representaciones antropomorfas. Destacamos, sobre todo, dos de ellas: un hombre-bisonte y la que hemos analizado anteriormente, otro antropomorfo con multitud de atributos de diferentes animales. Estas pinturas se encuentran en los lugares más recónditos del covacho, lugares a los que la luz diurna no podía llegar y que, por lo tanto, tuvieron que realizarse con luz artificial, como lámparas, lo cual nos puede llevar a un debate, ya que la luz de la lámpara en la oscuridad puede llegar a distorsionar las figuras o a pensar que el autor se encontrase bajo los efectos de algún alucinógeno. Pero también es posible admitir la realización consciente de la obra, otorgándole al representado atributo animales a modo de ritual de caza.

Algo parecido, aunque no de la misma manera, ocurre con la cueva de Chauvet, en la que aparecen representados animales catalogados como peligrosos o depredadores. Normalmente siempre se representaban animales susceptibles de ser cazados y consumidos por el ser humano, sin embargo, aquí se representan unos felinos parecidos a leones de montaña o panteras, por lo que podríamos deducir que estamos ante una especie de ritual de protección ante estos animales, aunque evidentemente esta interpretación podría chocar con otras que simplemente abogasen por la representación de lo visualizado por el artista.

Como vemos, el debate sobre el chamanismo en el Paleolítico, en base al arte parietal, puede tener múltiples puntos de vista y, casi todos ellos, merecen aceptación por parte de los investigadores. Por otro lado, sería arriesgado decantarse por una opción y desechar las restantes con los datos de los que disponemos en la actualidad.

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