Aquí os dejo un mapa sobre la distribución de la industria en España según la inversión y el número de empleos por provincias. En base al comentario que os proporcionó debéis comentarlo según el modelo de comentario de prácticas geográficas, en este caso un mapa temático, trabajado en clase:
a) Localice en el mapa y señale el nombre de las seis provincias con mayor población ocupada en la industria, citando las Comunidades Autónomas a las que pertenece cada una.
b) Describa, a partir de la información contenida en el mapa, la situación industrial en Andalucía.
c) A la vista del mapa comente los factores que determinan la distribución espacial de la industria en España.
a) Barcelona (Cataluña); Madrid (Comunidad de Madrid); Valencia y Alicante (Comunidad Valenciana); Vizcaya y Guipúzcoa (País Vasco).
b) El mapa muestra la situación de debilidad industrial en Andalucía en el contexto español, sobre todo en comparación con Madrid, las provincias del arco mediterráneo levantino y la zona del País Vasco y Navarra. Esto se observa tanto en las inversiones de capital como en las personas ocupadas. En relación con las inversiones, Sevilla está claramente a la cabeza, apreciándose un mayor volumen de inversiones en las provincias de Andalucía occidental (Sevilla, Huelva, Cádiz y Córdoba). Por el contra, en la oriental el volumen es menor, sobre todo en Granada y Málaga, seguidas de Jaén y Almería.
En cuanto al número de personas ocupadas destaca también Sevilla, seguida de Cádiz, Córdoba, Málaga y Jaén –con volúmenes similares–. En el polo opuesto se sitúan Granada, Almería y Huelva.
Se observa también un claro contraste en la relación inversión- empleo. Así, mientras Córdoba, Jaén, Cádiz, Málaga y Granada reflejan un mayor volumen de empleo industrial que de inversión, en el resto de las provincias ocurre lo contrario, con un desequilibrio muy negativo en Huelva y Sevilla.
Los datos de inversión y población ocupada en Sevilla se relacionan con hechos como su capitalidad política; la importancia de su área metropolitana; su buena red de comunicaciones, su puerto fluvial y la existencia de importantes agrociudades que aportan su potente industria agroalimentaria.
También Córdoba y Jaén reflejan en sus datos el peso de su industria agroalimentaria. Cádiz, a este subsector (importancia de la industria vitivinícola), une los restos de su pasado industrial: metálica, química y petroquímica, naval… En Huelva destaca también el sector agroalimentario, la minería y la química.
En las provincias costeras mediterráneas la debilidad industrial deriva de su elevado grado de terciarización debido a su potente sector turístico, aunque –sobre todo en Almería- también influye el peso de su agricultura intensiva de alta productividad o problemas como el de las comunicaciones.
En general, la debilidad de la industria andaluza deriva de su escaso desarrollo histórico, la falta de una burguesía emprendedora, la falta de inversiones, su minifundismo industrial o su bajo nivel tecnológico.
c) La distribución espacial de la industria española es muy desigual debido a estas razones:
·Razones históricas. La revolución industrial del XIX sólo cuajó en algunas zonas de Cataluña, País vasco y Asturias, en los sectores textil, minero o metalúrgico. Desde entonces, estas zonas, junto con Madrid por su capitalidad, han sido las más favorecidas por la política industrial.
·Las políticas industriales, sobre todo en relación con la ubicación de los Polos de Desarrollo y las grandes empresas del INI en los sectores siderúrgico, naval, petroquímico…; y los espacios donde se localizaron grandes empresas multinacionales, por ejemplo, en el sector del automóvil.
·Los factores de localización industrial: comunicaciones, existencia de recursos naturales, desarrollo urbano…, destacando sobre todo éste último, ligado a los cambios en la distribución de la población, que ha estimulado el desarrollo industrial en las zonas más urbanizadas del país (mayor capacidad de consumo); y --La mejora de las comunicaciones, que ha favorecido el crecimiento de los ejes de desarrollo industrial.
Por estas razones las principales concentraciones industriales en España están en las provincias de Barcelona y Madrid, seguidas de algunas provincias situadas en el Eje del Ebro (Zaragoza, Navarra); País Vasco y en el Eje del Mediterráneo (Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante y Murcia).
Con menor importancia encontramos núcleos industriales en Andalucía (Sevilla y Málaga), Castilla León (Valladolid), Galicia (La Coruña y Vigo) o la costa cantábrica (Oviedo, Santander…); mientras la menor industrialización corresponde a la franja fronteriza con Portugal, buena parte de las provincias interiores, la Andalucía oriental y ambos archipiélagos.
Sin embargo los procesos de crisis industrial y deslocalización hacia territorios con menores costes están cambiando en los últimos años esa distribución. Así, la crisis y reconversión de los años 80 afectó al eje cantábrico, la Bahía de Cádiz y Galicia (Vigo y Ferrol); mientras la deslocalización interior provocada por la congestión de las grandes áreas (falta y encarecimiento del suelo, problemas de comunicaciones…) ha desplazado tejido industrial hacia provincias limítrofes a los centros tradicionales (Toledo, Guadalajara…).
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