Oposición Geografía e Historia. Prácticas Historia Edad Media. Anexo Tema 30: La formación de las monarquías feudales en la Europa occidental. El origen de los estados modernos.
La Revuelta de los Campesinos de 1381: Un ejemplo de rebelión fiscal.
El
principal líder de la revuelta que comenzó el 30 de mayo de 1381 fue un hombre
llamado Wat Tyler, considerado por muchos historiadores como el primer
revolucionario de Inglaterra. Tiene como precedente la Carta Magna de 1215
La revuelta.
La guerra con Francia por mantener los
territorios y os impuestos para pagarla llevaron a la Carta Magna en
1215. Más de siglo y medio después la historia
se repitió. Esta vez, los culpables cercanos fueron las monarquías francesas e
inglesas que libraron la infructuosa "Guerra de los Cien Años".
Tras más de un siglo después de haber comenzado la guerra dejó innumerables
pérdidas demográficas (muertes) y económicas (destrucción de campos y
paralización productiva), así como una cuantiosa suma de dinero (impuestos)
gastado.
En ese contexto se produjo el 30 de mayo
de 1381 la revuelta de Wat Tyler. Es una reación ante los cuantiosos impuestos
que debían pagarse en Inglaterra para sostener el esfuerzo bélico, además de
una reacción ante la brutalidad con la que los recaudadores actuaban reacción
fue enérgica, las furiosas turbas se apoderaron de los jueces y funcionarios
que cobraban impuestos y cortaron sus cabezas colgándolas en picas por las
calles de las ciudades inglesas. Las cárceles y edificios donde se guardaban
los registros de impuestos fueron asaltados y destruidos. Incluso el arzobispo
de Canterbury, que simpatizaba con los recaudadores de impuestos, también corrió
esa suerte. Incluso
el Rey Ricardo II, un mero niño de 14 años, temió tanto por su vida que
brevemente otorgó enormes concesiones a los manifestantes. Los rebeldes incluso
acumularon un ejército, que asaltó la capital, tomó la Torre de Londres y mató
a los dos más altos funcionarios de finanzas del rey, el Lord Canciller y el
Lord Alto Tesorero. Antes de que todo terminara, el número de muertos en ambos
bandos ascendía a miles.
El detonante de la rebelión de 1381 fue un impopular impuesto comunitario.
Su primera versión, introducida en 1379 y ligeramente revisada posteriormente,
imponía una tasa universal de cuatro peniques por persona mayor de 14 años. El
Parlamento contrató su recaudación a particulares a los que pagó una comisión,
y no le importó la táctica que emplearon esos recaudadores mientras obtuvieran
el dinero. Era un esquema retorcido para maximizar los ingresos combinando la
rapacidad de la corona con la eficiencia del sector privado.
El principal líder de la revuelta fue
Wat Tyler, considerado por muchos historiadores
como el primer revolucionario de Inglaterra. En su libro, La vida y la
leyenda de un líder rebelde: Wat Tyler, el autor Stephen Basdeo señala que
cuatro siglos después de la revuelta, nada menos que el estadounidense Thomas
Paine rindió homenaje a Tyler como "un héroe y un luchador por la
libertad... merecedor de un monumento en su honor por su contribución al avance
de la libertad".
No
se sabe mucho de la vida de Tyler, pero su accidentado último año no habla muy
bien de él. Sabemos que llegó a obligar al
joven Rey Ricardo II a negociar. Tyler exigió no sólo una drástica reducción de
impuestos sino también el cese del costoso aventurerismo extranjero de
Inglaterra, la abolición de los controles salariales impuestos al campesinado,
la eliminación de muchos privilegios especiales de la nobleza, y el fin de la
servidumbre misma. Pero la reunión con el Rey Ricardo no salió muy bien. Al principio,
el rey cedió a la mayoría de las demandas de Tyler, pero luego el grosero
leñador se soltó el pelo. Testigos oculares dicen que pidió un vaso de agua, y
luego se enjuagó la boca a pocos centímetros de la cara del rey. Uno de los
sirvientes del rey insultó a Tyler, quien luego atacó al sirviente. Cuando el
alcalde de Londres intervino e intentó arrestar a Wat, Tyler sacó su espada y
atacó al alcalde. Todo fue cuesta abajo a partir de ahí, terminando rápidamente
en la decapitación pública de Tyler. En ausencia de su líder, la revuelta se
disipó.
Inmediatamente,
el Rey Ricardo revocó todas las concesiones que había hecho a Tyler y emitió
órdenes para el arresto y la matanza de los involucrados en la revuelta, lo que
significaba volver a la situación anterior al conflicto.
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