Cajón de Sastre. Una reflexión cómo a veces la política si sirve para algo. Más allá de si es de nuestra ideología o no, es una reflexión sobre el tipo de decisiones que se toman en política.
La respuesta de la ministra Mónica García en el
Congreso es una prueba clara de que la acción política sí sirve y es más
necesaria que nunca. Su intervención no fue solo una defensa personal, sino
una reivindicación del poder transformador de la política cuando se ejerce con
compromiso y perspectiva pública. Frente a la pregunta del PP sobre si “le
merece la pena” ser ministra en esas circunstancias, su respuesta fue un
catálogo de políticas concretas que mejoran vidas: refuerzo del sistema
sanitario, avances en salud mental, más recursos para enfermedades olvidadas, y
ampliación de la equidad territorial en el acceso a la sanidad.
Esto demuestra que la política no es un espectáculo vacío, sino una herramienta con la que se construye igualdad, se corrigen injusticias y se defiende lo común. La sanidad pública no se mantiene sola; requiere decisiones valientes, planificación, inversión y, sobre todo, voluntad política. Cuando esa voluntad se alinea con el bien común, los resultados son palpables. Por eso, sí: la política sirve. Y más aún cuando, como en este caso, se ejerce desde una ética del cuidado, de lo público y de lo justo.
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