El relieve ‘Llanto
sobre Cristo muerto’ queda oficialmente catalogado
Ayer, durante unas horas, el relieve abandonó su domicilio particular para ser
presentado al público en la madrileña galería Caylus y retornar a la dos en
punto a su lugar de exposición habitual. Mientras, pudo ser observado rodeado
de las delicadas pinturas sobre papel de Fernando Bermejo que estos días se
exponen en la misma galería.
El relieve fue realizado en una fecha sin determinar entre 1520
y 1530. Esculpido sobre alabastro, es de pequeñas dimensiones: 37x45x4,5
centímetros.
Intensidad emocional
Arias, estudioso de la obra de Berruguete y autor del catálogo
sobre su obra, recuerda que se trata de un artista de producción muy corta. Se
formó como pintor y, después de una larga estancia en Italia para ampliar
conocimientos entre 1504 y 1517, regresó a España para dedicarse casi en
exclusiva a la escultura.
Influido
por Miguel Ángel, trabajó en Valladolid y Toledo. Entre sus obras más conocidas
se encuentra el retablo de la iglesia del monasterio de San Benito de
Valladolid y parte de la sillería del coro de la catedral de Toledo, donde
también utiliza el alabastro en los remates.
El relieve es insólito en su obra porque, asegura Arias, no se
le conocen trabajos sobre este mismo asunto, ni tampoco utilizó el alabastro en
sus esculturas.
El
Llanto sobre Cristo muerto ahora presentado en público
reproduce la figura de Jesucristo yacente y rodeado de siete personajes, a los
que Berruguete dota de la intensidad emocional y expresiva que caracterizan
toda su obra
Aunque se desconoce quiénes encargaron la pieza y sus probables
vueltas por el mundo, se sabe a ciencia cierta que desde la década de los
cincuenta se encuentra en manos de la familia Marañón. Fue un personaje
singular como Ana de Pombo (diseñadora, escritora, bailarina, y secretaria
personal de Coco Chanel) quien se lo regaló a su amigo el científico y pensador
Gregorio Marañón.
En su autobiografía, titulada Mi última condena, escribe:
“Muchas horas deliciosas nos pasábamos en su Cigarral de los Dolores, balcón
admirable sobre Toledo… Hablábamos de todo, recordábamos París y todo su mundo;
sobre todo, hablábamos de arte. Improvisaba sabiduría donde los demás tendrían
que estudiarla antes de hablar. Como exvoto de tantas vivencias, dejamos en su
oratorio un bajorrelieve de Berruguete en alabastro”.
Y prosigue: “No puedo hablar mucho ni alabar poco a Marañón. Se
me ha aparecido en mi vida como un hombre de tal talla... Sólo puedo escribir…
lo que Gregorio fue para mí. Éramos algo parientes. Ha sido la persona que más
ha significado en mi vida a partir de los veinte años. A él acudía yo, como a
un padre espiritual, en los momentos tristes y negros... Él fue el confesor de
mis poemas. Durante su grave dolencia, yo pasaba las horas muertas en la
escalera, esperando la salida de los médicos, buscando siempre un diagnóstico
aliviador y una esperanza”.
BERRUGETE: Es uno de los grandes escultores del
XVI. Tras haber aprendido de los autores italianos, Berruguete se estableció en
Valladolid en 1523, allí fundó su taller y se dedicó a la talla de retablos e
imágenes.
Noticia aparecida en el diario "El País", puede verse en el siguiente enlace:

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