Para quienes me preguntan ¿para qué aprender?

"En la ignorancia del pueblo está el dominio de los príncipes; el estudio que los advierte, los amotina. Vasallos doctos, más conspiran que obedecen, más examinan al señor que le respetan; en entendiéndole, osan despreciarle; en sabiendo qué es libertad, la desean; saben juzgar si merece reinar el que reina: y aquí empiezan a reinar sobre su príncipe. [...] Pueblo idiota es la seguridad del tirano". F. Quevedo

viernes, 27 de octubre de 2017

Los almogávares.

 Los almogávares procedían de los estamentos más bajos de la sociedad , eran los más humildes. Eran campesinos, gente muy, muy ruda. En el siglo XIII, el siglo más violento de la historia, ente 1238 y 1377, estas compañía de guerrilleros, fueron los protagonistas de la guerra, ellos fueron invencibles.
El término almogávar, es claramente de origen árabe. Al-mugawir ( el que hace algarada y avanza en terreno enemigo) , este es el nombre que recibieron estos milicianos de los árabes. Los almogávares, penetraban en terreno enemigo, golpeaban y luego escapaban. En el siglo XIII, es usual en los textos romances la palabra almogávar. El almogávar era el hombre de frontera que vivía de la almogavería.
El origen de los almogávares no está totalmente aclarado, unos dicen que eran astures. Otras hipótesis aseguran que proceden de lo más profundo de los Pirineos, entre el sector aragonés y catalán. Eran frecuente encontrara entre sus miembros, apellidos aragoneses, y también asturianos, gallegos, catalanes, granadinos y navarros. De lo que no hay duda, es de su origen como agricultores. Pasaron de labrar la tierra a alquilarse como soldados. Bien pagados , dormían sobre el terreno y comían de lo que encontraban en la tierra, podían vivir a base de raíces, hierbas, aves, animales vivos y muertos. En cualquier circunstancia, sabían cómo mantenerse vivos.
Bernat Desclot, historiador catalán,  del siglo XIII, describió a los almogávares:
 “Estos hombres llamados almogávares no viven más que del oficio de las armas. No habitan las ciudades ni las villas, sino las montañas y los bosques. Guerrean sin tregua contra los sarracenos y entran en su tierra durante un día o dos, robando, saqueando. Su vida es tan dura que pocos la soportarían. Pueden estar un par de días sin comer si es necesario, o comer hierbas del campo. Llevan una camisa corta, tanto en invierno como en verano, unas calzas de cuero muy estrechas... Cada uno va armado con una espada, unos dardos, sin escudo ni armadura.
A la espalda llevan un zurrón de cuero en el que meten las provisiones para dos o tres días. Son hombres fuertes, gente de montaña, catalanes y aragoneses.”

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