Para quienes me preguntan ¿para qué aprender?

"En la ignorancia del pueblo está el dominio de los príncipes; el estudio que los advierte, los amotina. Vasallos doctos, más conspiran que obedecen, más examinan al señor que le respetan; en entendiéndole, osan despreciarle; en sabiendo qué es libertad, la desean; saben juzgar si merece reinar el que reina: y aquí empiezan a reinar sobre su príncipe. [...] Pueblo idiota es la seguridad del tirano". F. Quevedo

lunes, 19 de diciembre de 2022

Proyecto educativo: lectura a través de las biografía. ANTONETE GÁVLEZ

 BIOGRAFÍA DE ANTONETE GÁLVEZ

Antonio Gálvez Arce, más conocido como Antonete, nació en el seno de una familia de labradores en la pedanía murciana de Torreagüera un 29 de junio de 1819. Compaginando el trabajo de la huerta con aprender a leer y escribir, se fue impregnando de las ideas liberales que le inculcaban los libros y su propio padre. En 1843, se casó con su perpetuo amor Dolores Arce Tomás. Con ella tendría seis hijos, siendo el hogar familiar el Huerto de San Blas. La lucha armada siempre fue uno de los instrumentos que Antonete mejor supo utilizar para defender los ideales en los que tan fervientemente creía. Poco a poco va participando en diversas conspiraciones antidinásticas como en la Revolución de 1854, entrando en la capital del Segura con un grupo de huertanos armados. Al enterarse de la llegada a Cartagena del General Prim en la fragata Zaragoza en septiembre de 1868, Antonete se dirige a Murcia con 500 jóvenes para secundar la revolución denominada como “La Gloriosa”. Con ella se consiguió el exilio de Isabel II y la llegada de Amadeo de Saboya al trono español, estableciéndose así un régimen político democrático en forma de monarquía parlamentaria. Antonete, ya como concejal en el Ayuntamiento de Murcia, organizaba la Milicia mientras se reafirmaba en la idea de una república federal junto a sus amigos Jerónimo Poveda y Diego Rueda. Ideales que le llevaron a unirse a la conspiración dirigida por burgueses antidinásticos contra el monarca de la Casa de Saboya, siendo el 30 de septiembre de 1869 cuando se alzó en armas en la sierra del Miravete con el objetivo de la supresión de quintas y consumos. Cuatro días aguantaron estos 800 rebeldes huertanos hasta que, al estar rodeados en la sierra y faltos de munición, escaparon de las fuerzas centralistas. Al ser condenado a pena de muerte, Antonete se embarcó desde Torrevieja hacia Orán, no volviendo a su tierra hasta la amnistía de marzo de 1870. Pasados los gobiernos provisionales y el breve periodo monárquico de Amadeo de Saboya, se proclama la República el 11 de febrero de 1873 y Antonete Gálvez entra en Murcia donde será recibido como un héroe. Gálvez desea una república federal con una administración descentralizada para cada región (cantonalismo), por lo que participa en la proclamación de cantones antes de que fuese aprobada la Constitución federal que legalizaría su establecimiento, Carta Magna que nunca llegaría a entrar en vigor.  Gálvez tuvo un papel muy importante en el movimiento cantonalista, siendo especialmente determinante en la declaración cantonal de Murcia. Pero pronto el cantón se reduce a Cartagena, quedando Antonete como encargado de Ultramar y manteniendo la resistencia hasta la rendición de la ciudad en 1874. Uno de los aspectos más destacados de la participación de Gálvez como Comandante General de las fuezas militares cartageneras, fueron sus expediciones por toda la provincia de Murcia a aquellas zonas que los dirigentes cantonales consideraban usurpadas al "histórico Reino de Murcia", expandiendo el movimiento mediante la formación de Juntas Locales y recaudando tributos para la defensa del cantón murciano. El final de la experiencia cantonal es pagado por Gálvez con el exilio, pero la Restauración borbónica en la figura de Alfonso XII le permite, mediante amnistía, regresar a su Torreagüera natal. En esta época entablaría una entrañable amistad con Cánovas del Castillo, un político de signo radicalmente contrario, quien consideraba a Gálvez como un hombre sincero, honrado y valiente, aunque de ideas políticas exageradas.

Pero un personaje como Gálvez, apasionado y fiel a sus principios, no podía vivir una ancianidad tranquila y retirada, por lo que a los 67 años de edad protagoniza una nueva intentona republicana con la sublevación del Castillo de San Julián de Cartagena.

Cuando el gobernador de la plaza, Luis Fajardo, muere víctima de un disparo, Gálvez comienza a ser perseguido, regresando de nuevo a la clandestinidad dada la sentencia a la pena capital que le aguardaba.

En 1887 Gálvez recibe noticias de que su esposa se encuentra a las puertas de la muerte y corre presuroso a Torreagüera para acompañarla en sus últimas horas. A pesar del peligro que corría, Gálvez preside el entierro de su cónyuge.

En 1891 recibe el indulto y acepta un puesto de concejal en el Ayuntamiento de Murcia, pero un año después recibe un duro golpe por la muerte de su hijo Enrique. El propio Antonete Gálvez moriría el 27 de noviembre de 1898 en su casa del Huerto de San Blas.

 

1.    LEE EL TEXTO DETENIDAMENTE Y CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

 

1-       ¿En qué pedanía murciana nació Antonete Gálvez y cómo se conoce el lugar donde estaba el hogar familiar?

 

 

 

2-       ¿Qué ocurrió tras la revolución conocida con el nombre de “La Gloriosa”?

 

 

3-       ¿Cuántos días y en qué Sierra estuvo atrincherado Antonete Gálvez?

 

 

4-       ¿Dónde tuvo que marcharse cuando se le condenó a muerte y en qué fecha regresó?

 

 

5-       ¿En qué consistía el cantonalismo en el que tanto insistía Gálvez?

 

 


6-       ¿Qué pensaba el político Cánovas del Castillo de Antonete Gálvez?


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