Proyecto lectura/comprensión/expresión a través de BIOGRAFÍAS: Isaac Peral.
ISAAC PERAL, Un inventor revolucionario.
Fue un genial inventor, pero también un hombre perseguido por la fatalidad
Nacido el 1 de junio de 1851 en la ciudad española de Cartagena, Isaac Peral se convirtió, en 1888, en el inventor del primer submarino propulsado con baterías. Una gran innovación para su época y que abriría las puertas al futuro de estas naves subacuáticas.
Siguiendo la tradición familiar, Isaac ingresó en la Armada en 1866 y allí adquirió una amplia formación técnica que le permitió alcanzar diversos cargos en el Observatorio Astronómico de San Fernando, la Comisión Hidrográfica y la nueva Escuela de la Armada, donde fue profesor de Física y Química.
Durante su juventud, Isaac
viajó alrededor del mundo a bordo de la corbeta Villa de
Bilbao, la urca Santa María –una urca es un barco similar
a una fragata– y la fragata Almansa. En sus viajes anotaba
sus observaciones en un diario personal. Durante una parada en Filipinas, Peral
cayó gravemente enfermo cuando un barbero le cortó por accidente una
verruga que tenía en la sien. A pesar de que la herida parecía insignificante,
al final se complicó tanto y era tan difícil de curar que se vio obligado a
llevar constantemente una venda que le cubriera la cabeza.
A causa de este problema de
salud, Peral fue trasladado a España y destinado a Cádiz en la
nueva Escuela Naval de Ampliación de Estudios de la Armada. Allí
encontró el tiempo necesario para planificar la construcción de un submarino
con batería eléctrica y con el poder de disparar torpedos sin
necesidad de salir a la superficie, lo que en teoría lo convertiría en
invencible. Los planos de la nave no se hicieron públicos hasta que
España estuvo a punto de entrar en guerra con Alemania en 1885 a causa
de la invasión germana de las islas Carolinas (situadas en el océano Pacífico).
Este incidente aceleró la construcción del sumergible y contó con el apoyo del
ministro de Marina, el vicealmirante Pérez y Lobo.
Peral recibió un primer
presupuesto de 5.000 pesetas y se ocupó personalmente de viajar al extranjero para adquirir los
materiales necesarios para su fabricación y que no encontraba en España:
aparatos ópticos en París, accesorios y torpedos en Berlín, acumuladores en
Bruselas, y aceros, motores eléctricos, hélices y tubos lanzatorpedos en
Londres. El proyecto estaba clasificado como de alto secreto militar
por parte del ministro de Marina, pero, de forma inverosímil, fue
descubierto por otros países que, en defensa de sus propios intereses –y con la
inestimable ayuda de la exasperante burocracia española– lograron retrasar e
incluso a boicotear el proyecto hasta en cuatro ocasiones.
Por fin, el 8 de
septiembre de 1888, con una eslora de 21 metros, el submarino de Isaac Peral
fue botado en La Carraca, un centro militar para la construcción y
reparación de buques en San Fernando. Pero las pruebas oficiales no
empezaron hasta febrero de 1889. El 7 de agosto de 1889, el submarino
permaneció una hora en inmersión en alta mar, y, días después, Peral decidió hacer
una prueba de disparo. Con el submarino sumergido decidió disparar a unas rocas
que se encontraban a 300 metros de distancia y, como guiado por un imán, el
torpedo dio en el blanco.
En 1890, el submarino de Peral
fue capaz de navegar nueve kilómetros a diez metros de profundidad y participar en un
simulacro contra el acorazado Cristóbal Colón, en el que obtuvo un
éxito razonable en las maniobras diurnas y un rotundo triunfo en las
nocturnas. A pesar de ello, el 18 de agosto de 1890, y aunque
los informes por parte de la Junta de Valoración fueron buenos, el
beneplácito para mejorar el prototipo por parte de la Armada y del Gobierno
español nunca llegó.
Tal vez oscuros intereses que
no se llegaron a conocer motivaron que se denegara el permiso para la construcción
de submarinos a gran escala. Unos submarinos con los que quizá la guerra entre
España y Estados Unidos hubiera podido dar un giro, y tal vez se hubiera podido
evitar la pérdida de muchas vidas y barcos, e, incluso, la pérdida de
las colonias de ultramar (Cuba y Filipinas). A partir de entonces
empezó una campaña de desprestigio contra Isaac Peral, al cual no le
quedó más remedio que solicitar la baja en la Marina e intentar aclarar ante la
opinión pública la verdad de lo sucedido.
Ya como civil, y con un
renovado empuje, Peral dedicó todos sus esfuerzos al campo en el que
siempre logró sus mayores éxitos: el aprovechamiento de la energía
eléctrica, y fundó junto al marqués de Salinas la Compañía
Termoeléctrica de Manzanares, en Ciudad Real.
El 4 de mayo de 1895, Peral se
trasladó a Berlín para ser operado de un cáncer de piel, pero una vez más la
tragedia se cebó en él. Un descuido en las curas le hizo contraer una
meningitis que acabó con su vida el 22 de mayo de 1895. El 11 de
noviembre de 1911, los restos mortales del inventor fueron trasladados desde el
cementerio de la Almudena, en Madrid, al cementerio de Los Remedios de
Cartagena, su ciudad natal, donde descansan desde entonces.
Preguntas:
1.
¿Con
qué edad murió Isaac Peral?
2.
¿Por
qué fue traslado Isaac Peral a Cádiz?
3.
¿Por
qué y cómo se llevó a cabo el proyecto de Isaac Peral para construir el primer
submarino?
4.
¿Puede
considerarse un éxito su proyecto? ¿Por qué?
5.
¿Por
qué pidió la baja de la Marina?
6. ¿Cómo murió Isaac Peral?
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