El gran complejo penitenciario de la Alhambra
Los trabajos de adecuación de la mayor mazmorra alhambreña muestran la difícil vida de los prisioneros en la época nazarí
El orificio de entrada era de algo más de dos metros. La luz llegaba con dificultad el fondo de la estancia, apenas un rato cada día, cuando el sol se encontraba justo encima de la embocadura de la mazmorra. El resto del tiempo, la penumbra, la humedad y el frío se apoderaban del recinto. Los sultanes nazaríes no construían mazmorras a nivel del suelo. Las construían en el subsuelo. Y poco tenían que ver con sus palacios. Agujeros subterráneos de entrada estrecha y base amplia, con paredes de piedra descarnada y acceso solo posible a través de una soga. Sin otra entrada posible, la posibilidad de escaparse era ínfima... leer más (Artículo completo diario "El País")
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