Para quienes me preguntan ¿para qué aprender?

"En la ignorancia del pueblo está el dominio de los príncipes; el estudio que los advierte, los amotina. Vasallos doctos, más conspiran que obedecen, más examinan al señor que le respetan; en entendiéndole, osan despreciarle; en sabiendo qué es libertad, la desean; saben juzgar si merece reinar el que reina: y aquí empiezan a reinar sobre su príncipe. [...] Pueblo idiota es la seguridad del tirano". F. Quevedo

martes, 29 de octubre de 2024

Curso 2024/205. 3º ESO. FICHA DE TRABAJO: LOS N Las potencias económicas tradicionales y las nuevas potencias del siglo XXI

 

FICHA DE TRABAJO

Las potencias económicas tradicionales y las nuevas potencias del siglo XXI

A lo largo de la historia, varias naciones han destacado como potencias económicas, es decir, países que controlan gran parte de los recursos y el comercio global. Vamos a ver cómo han surgido y evolucionado las principales potencias y cuáles son las nuevas que están marcando el ritmo del siglo XXI.

Las Potencias Económicas Tradicionales: Las Estrellas del Circo de la Economía

Como hemos visto, la economía mundial es un circo gigantesco, lleno de malabaristas, acróbatas, domadores y trapecistas. En ese circo cada país tiene un papel importante que desempeñar. Pero, ¿quiénes son los grandes protagonistas, los que llevan años dominando la pista central, llenando el circo y captando la atención del público? Estos son, las Potencias Económicas Tradicionales. Naciones que, desde la Revolución Industrial, se han ocupado los mejores números y han sido las estrellas más aclamadas del espectáculo. Desde ese momento han liderado el desarrollo económico mundial, marcando el ritmo del progreso en diferentes áreas como la industria, el comercio, la tecnología y las finanzas. Estos países, no solo han influido en la economía global, sino también en la configuración de las reglas del comercio internacional, la tecnología y la política.

 

La primera gran estrella fue el REINO UNIDO, “el gran ilusionista”, capaz de subirse al escenario y crear su gran truco: “la revolución industrial”.

Como un mago que saca conejos de un sombrero, el Reino Unido transformó una sociedad rural y campesina en una sociedad industrial y urbana. Para ello se sirvió de máquinas de vapor, telares mecánicos, fábricas y los primeros ferrocarriles. De repente, lo que antes se hacía a mano, ahora se producía en masa, y su economía comenzó a crecer a pasos agigantados. Gracias a su innovador espectáculo, el Reino Unido atrajo a la audiencia global y se convirtió en el gran ilusionista del circo, dejando a todos boquiabiertos al convertirse en el líder mundial en producción industrial. Esta transformación no solo permitió a Reino Unido convertirse en la "fábrica del mundo", sino que también sentó las bases del capitalismo moderno, con la aparición de fábricas, el crecimiento del comercio internacional y el surgimiento de nuevas formas de organización laboral.

 

Este truco inspiró a otros artistas en la carpa, como Francia y Alemania, que empezaron a copiar algunos del espectáculo y para luego adaptarlos a sus propias características, para finalmente lanzarse también a la pista con sus propias fábricas y ferrocarriles. Alemania aprovechó su proceso de unificación, concluido en 1871, para aumentar sus números industriales centrados en la metalurgia, el sector químico y la automoción. De repente, Alemania se convirtió en el “gran acróbata de la producción”. Francia, aunque también introdujo números que permitieron el desarrollo de los sectores metalúrgicos, químicos y textiles, conoció un crecimiento más lento.

 

La fama de estos artistas fue tal, que salió de Europa y cómo cada vez eran más los espectadores que querían verlos actuar, decidieron salir de sus fronteras para ampliar el espectáculo. A través de la colonización obtuvieron recursos para ampliar su circo y se extendieron por África, Asia y América Latina, lo que le permitió acceder a nuevas materias primas que no tenían en casa como el caucho, el petróleo o los metales preciosos, necesarios para alimentar las industrias que permitían al circo seguir creciendo.

 

Pero los artistas envejecen y la función continua… y aparecen nuevos artistas. Así apareció Estados Unidos, el nuevo y gran maestro de ceremonias. Tras las dos guerras mundiales (Primera Guerra Mundial 1914-1918 y, Segunda Guerra Mundial, 1939-1945), que afectaron a Europa, emergió la figura de Estados Unidos. Su territorio, protegido de los desastres de guerra en comparación con Europa y Asia, le permitió convertirse en el motor de la reconstrucción mundial gracias a su capacidad productiva, financiera y tecnológica. Estados Unidos tomó el control del circo y comenzó a dirigir el espectáculo, coordinando las distintas actuaciones del circo con su gran capacidad industrial, su ingenio en los sectores tecnológicos y su carisma cultural. Su bandera ondeaba por toda la carpa, y su economía, la más grande del mundo, hacía que el público se levantara de sus asientos para aplaudir. Con un mercado interno lleno de consumidores deseosos de los nuevos números (productos) que aparecían, Estados Unidos, siempre en el centro, provocaba que el resto de países intentasen estar a su altura, especialmente en sectores clave como automoción, la electrónica, la industria cinematográfica, el comercio global y la tecnología.

Al otro lado de la pista, casi oculto, un sorprendente Japón, arrasado durante la II Guerra Mundial (Hiroshima y Nagasaki), comenzaba a llamar la atención porque estaba desarrollando un número basado en la tecnología y la automoción. En poco tiempo, en su especialidad, Japón se convirtió en uno de los mejores artistas del mundo. Entre sus artistas más destacados están las familias Toyota y Sony (automoción) y Sony y Panasonic (electrónica) que giraban en el aire sin caer nunca. Una vez que despegaron, decidieron ofrecer al público espectáculos basados en la calidad y la tecnología, y todo ello a precios asequibles para los espectadores. En poco tiempo, Japón se hizo un hueco y un nombre entre los artistas de EE.UU y Europa.

 

Alemania y Francia, que no querían ser desbancados, decidieron doblar la apuesta en sus números. Alemania se esforzó en números de trapecio que requiriesen un domino tecnológico y un gran dinamismo, que dotase a sus actuaciones de un gran valor añadido, como maquinaria pesada, todo tipo de vehículos, productos químicos muy precisas y automóviles de lujo. Francia, por su parte, se lanzó al vacío desde el trapecio y comenzó a innovar en sectores como la energía nuclear, la aviación y productos de lujo.

 

Características comunes:

¿Qué tienen en común estas estrellas del circo? ¿Qué hace que sigan siendo los protagonistas, incluso cuando nuevos artistas comienzan a emerger? Pues bien, como cualquier gran número de circo, sus actuaciones se basan en varios pilares:

§  Innovación constante: Al igual que los malabaristas buscan sorprender con el “más difícil todavía” lanzando siempre una pelota más al aire, estas potencias han sabido innovar en sectores clave como la tecnología, la industria automotriz y los servicios financieros.

§  Infraestructuras sólidas: No se puede realizar un buen espectáculo sin una red sólida de cuerdas, trapecios y redes de seguridad. Del mismo modo, estos países cuentan con una infraestructura robusta que les permite seguir liderando la pista. Autopistas, puertos, ferrocarriles y redes de comunicación son sus instrumentos clave.

§  Mercados financieros estables: fuera de los focos, en los camerinos del circo, se toman las decisiones financieras que son el motor oculto del espectáculo. Del mismo modo, Nueva York, Londres, Tokio y Frankfurt son las grandes capitales financieras del mundo, desde donde se decide el ritmo y los giros del espectáculo económico.

§  Acceso a mercados globales: en estos siglos, estas potencias han dominado las mejores carpas del mundo. Su control sobre los mercados internacionales y su participación en organismos globales como Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio (OMC), les permite seguir marcando el ritmo del comercio global.

 

El Desafío Actual: Renovarse o Perder la Pista Central

Sin embargo, como en cualquier circo, mantenerse en la pista central no es tarea fácil. Estas potencias tradicionales han visto cómo nuevos artistas empiezan a entrar en escena. El envejecimiento de la población, el crecimiento de las economías emergentes, y la necesidad de adaptarse a los cambios tecnológicos y medioambientales son desafíos que pueden hacer que pierdan su posición estelar.

Por ejemplo, Estados Unidos ha tenido que diversificar su número para seguir siendo el maestro de ceremonias, centrándose ahora más en los servicios y la innovación tecnológica. Japón sigue perfeccionando su malabarismo, aunque también enfrenta el desafío de una población envejecida. Y Alemania y Francia luchan por modernizar sus trapecios, para no perder el ritmo ante el crecimiento de otras economías emergentes.

En definitiva, las potencias económicas tradicionales son como las estrellas veteranas del circo. Han construido sus números con años de experiencia, y aunque hoy en día enfrentan nuevos desafíos, siguen siendo los grandes protagonistas del espectáculo económico global.

§  Estados Unidos sigue siendo una de las economías más grandes del mundo, con un fuerte sector tecnológico y financiero. Empresas como Google, Apple y Microsoft son líderes globales.

  • Europa (Alemania, Francia y Reino Unido) tiene una economía diversificada, desde industrias pesadas hasta servicios financieros. Además, juegan un papel clave en organismos internacionales como la Unión Europea.
  • Japón se mantiene como líder en tecnología y automóviles, aunque enfrenta el reto del envejecimiento de su población y la falta de recursos naturales.

 

Las Nuevas Potencias Industriales y los Países Emergentes: Las Nuevas Estrellas del Circo de la Economía

El Circo de la Economía Mundial siempre está en movimiento, y aunque las potencias tradicionales han dominado el escenario durante años, un nuevo grupo de artistas está entrando en la pista central con números frescos y sorprendentes. Se trata de las nuevas potencias industriales y los países emergentes, que están desafiando a los veteranos y capturando la atención del público. Países como China, India, Brasil y Rusia son ahora los nuevos protagonistas de este espectáculo, y su ascenso está transformando la dinámica del circo global.

 China: El Gran Equilibrista en la Cuerda Floja

Si hay una nueva estrella en el circo que está acaparando todas las miradas, esa es China. Desde que subió al escenario en los años 80, tras las reformas de Deng Xiaoping, ha perfeccionado un número impresionante de equilibrio: combinando el control estatal con una apertura al mercado libre. Como un equilibrista que camina por la cuerda floja, China ha sabido mantener el control, mientras se convierte en la fábrica del mundo.

Con su inmenso número de trabajadores y unas infraestructuras en constante crecimiento, China produce desde los aparatos electrónicos más avanzados hasta los productos más básicos. Su actuación destaca por ser rapidez, eficiencia y por ser deslumbrante. En sus actuaciones incluye desde smartphones hasta trenes de alta velocidad, pasado por objetos de todo tipo a precios muy competitivos. La equilibrista china ha conseguido un lugar central en la pista, desplazando a los viejos malabaristas europeos y americanos.

Pero el número de China en el circo no solo se limita a la producción industrial, sino que está incluyendo en él su presencia en el comercio global. Con proyectos como la Nueva Ruta de la Seda, está construyendo puentes y conexiones entre continentes, consolidando su posición como una de las figuras clave del circo de la economía mundial.

 

India: El Malabarista del Talento

Junto a la equilibrista China, está apareciendo un nuevo malabarista. Se trata de  India, cuyo número  se ha convertido en un malabarista que impresiona con la velocidad y diversidad de su espectáculo. India no hace malabares solo con pelotas tradicionales, sino que ha añadido tecnología, software, servicios e innovación a su repertorio. La industria de servicios y la tecnología son las principales cartas de presentación de este país, que ha logrado desarrollar un gran número de ingenieros, programadores y profesionales que alimentan a empresas tecnológicas de todo el mundo.

En su número, ha sabido combinar la tradición con la modernidad, pues mientras el sector tecnológico se expande a nivel global, en su propio escenario interno India sigue lidiando con desafíos como la pobreza y la desigualdad, lo que hace que su actuación (posición en el mundo) sea aún más complejo y admirable. Aunque todavía no tiene el tamaño de la estrella china, India está escalando rápidamente posiciones y ganando seguidores en la audiencia mundial. Además, ya cuenta con el mayor número de artistas en el escenario mundial (población)

 Brasil: El Forzudo de los Recursos Naturales

Por su parte, Brasil es conocido por ser el forzudo que levanta enormes cantidades de recursos naturales. Brasil ha aprovechado su abundancia en minerales, petróleo, soja y otros productos agrícolas para hacerse un hueco en el circo de la economía global. Su espectáculo consiste en aprovechar su vasto territorio y sus recursos para alimentar a una parte considerable del mundo, especialmente en los sectores de la energía y la agricultura.

Sin embargo, Brasil tiene que lidiar con los problemas de salud que le genera levantar tanto peso.  El hecho de que el éxito de actuación dependa las demandas globales (internacionales) de materias primas hace que unas veces la cotización de su actuación esté por las nubes y que otras estén bajo mínimos; además, sus problemas de salud son frecuentes, pues a menudo tropieza con catarros y gripes como la corrupción o la inestabilidad política, lo que afecta su capacidad de mantenerse firme en el centro de la pista. A pesar de esto, cuando el mercado de las materias primas sube, Brasil flexiona sus músculos y vuelve a atraer la atención, como uno de los actores clave en América Latina.

Rusia: El Domador de Energía

Rusia se ha convertido en el gran domador de energía. Cuenta con grandes reservas de gas natural y petróleo, y su espectáculo consiste en controlar el suministro energético de grandes partes del mundo, especialmente en Europa. Al igual que un domador controla a los leones, Rusia maneja su industria energética con firmeza, influenciando los precios y las relaciones internacionales.

Sin embargo, como todo domador, tiene que lidiar con los riesgos de su propio espectáculo. Las tensiones políticas, las sanciones internacionales y las fluctuaciones en el precio del petróleo hacen que su acto sea uno de los más impredecibles del circo. A pesar de estas dificultades, el domador ruso sigue siendo una figura clave en el circo económico, sobre todo cuando se trata de energía y materias primas.

 

Sudeste Asiático: Los Trapecistas en Rápido Ascenso

Más allá de las potencias emergentes más conocidas, el Sudeste Asiático —con países como Vietnam, Indonesia y Tailandia— ha comenzado a hacer piruetas sobre la pista. Como trapecistas que se mueven con rapidez entre diferentes cuerdas, estos países han demostrado ser ágiles y están creciendo como centros de producción y comercio en la región.

Con un crecimiento económico acelerado, bajos costos de producción y una población joven, estos trapecistas han comenzado a atraer inversiones extranjeras. Empresas que antes tenían fábricas en China están moviéndose hacia estos países en busca de costos más bajos, lo que está ayudando a consolidar sus números en la gran carpa global.

6. Características de las Nuevas Estrellas del Circo

Aunque estos países tienen trayectorias muy diferentes, comparten algunas características que los están impulsando hacia el centro del escenario:

·       Crecimiento demográfico: A diferencia de las potencias tradicionales, muchas de estas naciones tienen una población joven que impulsa el crecimiento económico y el consumo. Este "ejército de trabajadores" está detrás del éxito de sus espectáculos.

·       Acceso a recursos naturales: Países como Brasil y Rusia tienen vastas reservas de materias primas, mientras que otros, como China e India, han logrado explotar su mano de obra como un recurso clave.

·       Adaptabilidad: Estos países han demostrado ser flexibles y capaces de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado global. Sus economías están en pleno desarrollo, lo que les permite innovar y competir con las potencias tradicionales.

·       Apertura comercial: A medida que el circo global se expande, estas naciones emergentes están abriendo sus fronteras al comercio y a la inversión extranjera, atrayendo así a nuevos públicos y socios comerciales.

7. ¿Cómo están cambiando el espectáculo?

Las nuevas estrellas no solo están aportando números frescos, sino que también están cambiando la dinámica del circo. La inversión extranjera directa se está desplazando hacia Asia y América Latina, y los países emergentes están empezando a ser los centros de producción y consumo globales. Con cada año que pasa, su influencia en el circo económico es mayor, desafiando a las viejas potencias.

China y la India están especialmente activos en los organismos internacionales. Están jugando un papel clave en la Organización Mundial del Comercio (OMC), y han establecido acuerdos bilaterales y multilaterales para impulsar su crecimiento. Además, iniciativas como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reflejan un esfuerzo conjunto por estas nuevas estrellas para redefinir las reglas del circo mundial.

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